domingo, 15 de febrero de 2015

Los políticos como producto de las sociedades.



Resulta muy fácil escuchar a una persona decir que todos los políticos son corruptos, esto se dice tanto en la Rep. Dominicana como en todos los países de Latinoamérica que conozco. El tono en el que se dice, hace pensar que los políticos son de otro planeta, es decir, como si los políticos fuesen formados fuera de nuestro mundo, aislados de todo contacto con la humanidad, es decir, hay una distinción extraña entre los políticos y los ciudadanos que no hacen vida política, los mal llamados apolíticos.

Digo distinción extraña porque no hay nada más humano que un político y nada más político que un ser humano, esto lo afirma Aristóteles cuando dice en su libro “La Política” que el ser humano es un animal político ya que tiene la capacidad de crear sociedades y organizarse en ciudades.

            Si esto es así y decimos que los políticos son corruptos, antiéticos e inmorales, solo estamos diciendo que nosotros mismos lo somos, ¿Por qué? ¿Quién da a luz a un político? ¿Dónde estudian los políticos? ¿Quien escribe los libros que lee un político? ¿Dónde viven los políticos? Responder estas preguntas no hará más que afirmar que si queremos mejores políticos que nos gobiernen, necesitamos un mejor sistema educativo, ser buenos ciudadanos, respetar las leyes y asumir los roles de padre y madre con mayor responsabilidad y seriedad.

            Lo que realmente necesitamos hacer es lo que hizo Japón luego de quedar devastado fruto de la segunda Guerra Mundial (único país que ha sufrido el terror de dos bombas atómicas), lo que hizo Suecia (aunque Suecia no fue a la guerra), lo mismo que hizo Corea del Sur y lo que están haciendo en Chile, o sea, cambiar eso que los ingenieros en sistemas han llamado “software” que no es más que “la estructura, instrucciones o reglas lógicas que permiten realizar una tarea a un computador”, es decir, cambiar la forma de pensar y por lo tanto de actuar de nosotros mismos. ¿Cómo una persona que tiene vicios puede esperar (aunque hay excepciones) que sus hijos no adquieran vicios también? ¿Cómo puede un líder empresarial exigirle a sus subalternos máxima eficiencia y honestidad cuando él mismo no da el ejemplo? Hay que aceptar de una vez por todas que el ejemplo es más poderoso que el mejor discurso o el mejor sermón de la tierra.

Es cuanto, si cambiamos nuestro pensar y accionar no solo daremos un buen ejemplo a la presente y a las futuras generaciones sino que también a la hora de abordar un espacio político podremos desempeñar nuestras funciones en beneficio de todos y de todas. No podemos dejarle la política a personas indignas que no nos representan y que nos perjudican.

Tan solo con esto veremos un cambio sustancial en nuestra sociedad.

El tema del sistema educativo lo abordaré en otro artículo por considerarlo muy extenso para desarrollarlo esta vez.

    Juan Vargas Suarez.

Secretario General de Revolución S.21
            Dios Patria y Libertad.

1 comentario:

  1. Muy bueno su articulo, es difícil hablar de política en cualquier lugar en donde uno se encuentre ya que la sociedad tiene un mal concepto de lo que es la política tienden a englobar todos por unos cuantos que han echo de la política una corrupción, la demagogia, el sectarismo y la incompetencia son males que afectan en mayor o menor medida a la clase política de la mayoría de países. Hay que cambiar la forma como la sociedad ve a los políticos, hay que hacer política diferente, hay que integrar a la juventud a la política. una frase muy repetitiva y muy común en los grupos de jóvenes ¨Yo quiero un cambio pero no me gusta política´¨

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